miércoles, 22 de junio de 2011

Diseño ecologico

DISEÑO ORGANICO

Movimiento del diseño que en su primera fase se desarrolló entre 1931 y 1960, y luego desde los años '90 al presente.

El diseño orgánico es un enfoque holístico y humanizador del diseño.

Su método de trabajo consistía en el desarrollo de soluciones integradas, de modo que la totalidad de un esquema arquitectónico se unificaba, generando un efecto general mayor que la suma de las partes.

En ese enfoque orgánico fue crucial la manera en que los elementos individuales, como objetos o muebles, conectaban visual y funcionalmente con el contexto de su emplazamiento interior y el conjunto del edificio.

También era importante cómo los interiores se integraban con la totalidad del esquema y cómo el propio edificio lo hacía con su entorno, mediante la armonía de sus proporciones, los materiales y el color.

Pero si bien la interconexión y el espíritu de la naturaleza eran la base de la arquitectura orgánica, no solían emplearse formas orgánicas; eso hasta que a principios de los años treinta, Alvar Aalto, uno de los mayores defensores del diseño orgánico, lideró un vocabulario humanizador y moderno de la forma, donde las curvas suaves y sinuosas se opusieron al rígido formalismo geométrico del estilo internacional.

La principal preocupación de Aalto eran las conexiones funcionales, espirituales y emocionales de sus muebles con los usuarios individuales.

Sus ideas tuvieron un alto impacto, sobre todo en los EE.UU, cambiando el rumbo del diseño hacia el movimiento orgánico moderno: de este modo, diseñadores como Eero Saarinen y Charles Eames crearon sillas, muebles realmente revolucionarios, no sólo por la tecnología de punta que utilizaron en la estructura, sino también por el concepto de contacto y soportes continuos, promovido mediante las formas orgánicas ergonómicas y refinadas del asiento.

La aplicación práctica del diseño orgánico Saarinen la llevó a su arquitectura: su obra maestra es la terminal orgánica de la TWA en el aeropuerto Kennedy, uno de los edificios más extraordinarios del siglo XX.

A principios de los años noventa, impulsado por un mejor conocimiento de la ergonomía, la antropometría, los avances en el diseño y la creación por computación, el diseño orgánico emergió con más fuerza que nunca.
Independientemente del material empleado, ya sea natural o plástico, el diseño orgánico expresa toda su potencia cuando su sensual y emocional vocabulario formal conecta con el usuario de manera subliminal, apelando directamente a su sentido innato de la belleza natural.

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